¿Sabías qué en el país son más de 19 mil casos de bullying los que se han registrado hasta la actualidad?
En este post te dejamos algunos tips para aprender a reconocer si un niño sufre de este mal social.
¿Qué es el bullying?
Para empezar, es necesario saber a qué se refiere el término “bullying”, hoy en día esta se ha vuelto una palabra muy frecuente en la sociedad y más aún en el entorno de los niños.
Se conoce como bullying al acoso o maltrato físico o psicológico hacia la otra persona, ello con el fin de someterlo y causarle algún tipo de miedo, esto hace que el agresor sienta que tiene el poder sobre el otro simplemente por placer.
Actualmente, el bullying se encuentra muy presente en los colegios o centros de estudio y por esta razón es fundamental saber identificar si un niño sufre de este mal o no, puesto que por lo general estos prefieren mantenerlo en secreto ya sea por decisión propia o porque se encuentran amenazados por su victimario.
Síntomas de bullying:
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:
- Inesperados cambios de conducta en el menor.
- El niño o niña no quiere ir al colegio de ninguna manera.
- Presenta pequeños golpes o moretones que no sabe cómo explicar.
- Se irrita fácilmente y está nervioso todo el tiempo.
- Sus cambios de carácter son bruscos y frecuentes.
- En ocasiones se encuentra triste sin motivos aparentes.
- Prefiere pasar el tiempo a solas y no muestra interés en salir con amigos.
- Se vuelve una persona bastante insegura de sí misma y tiene miedo casi siempre.
No somos responsables de los actos que nos pasan, pero si de las actitudes que tomamos ante esas situaciones.
Todas estas son pequeñas señales para poder reconocer que nuestro niño es víctima de este mal social, el cual si detectamos a tiempo podemos frenar para que así el niño no se sienta solo ni desprotegido pues si el bullying no es frenado a tiempo puede tener repercusiones muy graves en el futuro y en algunos casos imborrables.
Además, existen muchas maneras de evitar el bullying como obviar comportamientos agresivos en casa ya sean físicos o verbales, tratarse siempre con amor y respeto, de esta manera el menor aprenderá a relacionarse con los demás de la misma forma.
También es necesario aprender a poner límites de conducta en los niños y enseñarles a manejar sus emociones e impulsos de manera asertiva. Finalmente, es de mayor importancia que los padres siempre les brinden el tiempo suficiente a sus niños para que así estos sientan el calor y la protección que solo su familia les puede dar.